
Tesoro artístico "OBSEQUIADO" en el año 1892El tesoro está integrado por quince kilos, obras que responden a necesidades rituales y funerarias. En su inventario hay doce clases de objetos, clasificados así:
Seis estatuillas, una cabeza, dos instrumentos musicales de viento, once recipientes o "poporos", dos cuencos, ocho alfileres, una corona, seis cascos, 21 narigueras, 31 orejeras, once collares, cinco cascabeles, seis pendientes y nueve pasadores.
Estéticamente, las obras de mayor interés son las estatuillas desnudas masculinas o femeninas, de pie o sedentes; pequeñas esculturas áureas de bulto redondo, huecas, modeladas previamente en cera y luego fundidas con la destreza característica que lograron los quimbayas en la representación del cuerpo humano, caracterizado por el modelado anatómico muy esquemático, mediante formas simples y macizas, pero haciendo especial énfasis en el tratamiento de la cabeza, de acentuado naturalismo en la ejecución de rasgos faciales. Es de advertir que estas figuras son huecas porque, a la vez, son recipientes.El tesoro también cuenta con los clásicos "poporos", de formas globulares que representan frutos, o de formas esquemáticas y redondas, y algunos decorados con figuras.
Los Quimbayas
Históricamente, el nombre "quimbaya" corresponde a uno de los numerosos cacicazgos indígenas en el Cauca medio, región que por extensión se llamó "provincia de quimbaya". Actualmente, este nombre designa los diferentes estilos precolombinos del antiguo Caldas, norte del Valle y sur de Antioquia. Paralelamente a la colonización antioqueña del Quindío, se produjo una intensa actividad de "guaquería" y el interés de los primeros estudiosos que analizaron la cerámica, figuras modeladas y orfebrería quimbayas, generalizando su nombre.
Desde esa época comenzaron a salir del país valiosas obras, dispersándose por los más importantes museos del mundo, como el Británico de Londres, el Etnográfico de Berlín, el de Madrid, y también en museos de universidades norteamericanas.El 20 de julio de 1892, el presidente de Colombia Carlos Holguín Mallarino (*), en su mensaje al Congreso, dice de esta colección:
"Es la más completa y rica colección de objetos de oro que habrá en América, muestra del grado de adelanto que alcanzaron los primitivos moradores de nuestra patria.
La hice comprar con ánimo de exhibirla en las Exposiciones de Madrid y Chicago y obsequiársela al Gobierno español para un museo de su capital, como testimonio de nuestro agradecimiento por el gran trabajo que se tomó en el estudio de nuestra cuestión de límites con Venezuela y la liberalidad con que hizo todos los gastos que tal estudio requería.
Como obra de arte y reliquia de una civilización muerta, esta colección es de un valor inapreciable."
Otra parte del mismo tesoro, compuesto por 74 piezas quimbayas, fue entregada a la ciudad de Chicago con ocasión de la celebración que se hiciera por la misma época en los EEUU por el descubrimiento de América.
(*) La venta de Panamá llegó a su fín en 1909 durante la presidencia del general Jorge Holguín Mallarino, (Hermano de Carlos Holguín Mallarino y los dos,* sobrinos de Manuel María Mallarino Ibargüen presidente de la Nueva Granada 1855-1857) por un puñado de dolares para la arcas del partido conservador colombiano. Fué reelegido para el período 1921-1922 *Tios abuelos de Carlos Holguín Sardi, actual ministro del interior y de justicia.

Inauguración de la Exposición Histórico-Americana, del IV Centenario del Descubrimiento, en las escalinatas del Museo Etnográfico de Madrid, el 12 de octubre de 1892, por la reina María Cristina de Habsburgo, acompañada por los reyes de Portugal, Luis I de Braganza y María Pía de Saboya. Grabado de "La Ilustración Española y Americana".
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Al producirse la migración antioqueña hacia el Quindío, en el último cuarto del siglo XIX, bajo la presión de continuas guerras y revoluciones y en búsqueda de tierras fértiles, se produjo como consecuencia un rápido crecimiento de poblaciones como Pereira, Armenia y Calarcá; se fundaron nuevos centros urbanos, y tuvo gran auge la "guaquería".
Los detalles exactos del hallazgo no se conocen; es providencial el que las piezas no se dispersaran al repartirse los guaqueros el fruto de su saqueo y que no terminaran, como era costumbre, en las casas de fundición de Medellín que compraban oro para enviarlo en lingotes a Inglaterra. En 1891, cuando se descubrió el Tesoro de los Quimbayas, ya se había iniciado en Colombia la recuperación histórica del pasado indígena, siguiendo los ecos del romanticismo, que entre sus postulados incluía la búsqueda de los vestigios del pasado nacional.
El 20 de julio de 1892, el presidente Carlos Holguín, en su mensaje al Congreso, dice de esta colección:
De esta manera, cambió de escenario el Tesoro de los Quimbayas, después de permanecer oculto en la guaca de La Soledad por espacio de novecientos o mil quinientos años, si nos atenemos a que el estilo quimbaya se sitúa entre el siglo IV y el siglo X de nuestra era.
Al finalizar la guerra civil española, Madrid fue sometida a intensos bombardeos que afectaron gravemente el Museo Etnográfico y, cuando la evacuación de la capital, el tesoro que había sido empacado para ser transportado a otro lugar, estuvo a punto de perderse.
Objetos únicos del tesoro son los instrumentos musicales y la cabeza, que es un sahumador. Igualmente los cascos son muy interesantes por su técnica de laminado, y por su decoración con motivos geométricos y figuras.

















